Si amiguis, en Instagram no hay día tranquilo en el que no pase algo con algun/a instagramer. Solo para darte algunos ejemplos: no hace mucho, la infliencer Aggie Lal (@travel_inhershoes) fue acusada básicamente de fraude por vender un curso que luego no envió. Debido a este incidente muchas personas dejaron de seguirla, pero unos días después, ¡Oh sorpresa! En menos de 24 horas, ganó más de 30.000 seguidores. Más tarde explicó que alguien había comprado seguidores falsos para arruinar su cuenta (¿A quién no le ha pasado?). Podéis leer el artículo en el que hablo del tema pulsando aquí.

Pero no ha sido la única. Caroline Calloway, es otra instagramer acusada de haber organizado un seminario muy caro que canceló poco antes de comenzar. Y es que son muchos los instagramers que utilizan su fama o número de seguidores para, con la excusa de un curso, seminario, producto o wharever, sacarles el dinero a sus entregados followers.
Y es que recientemente ha salido un informe que pone de manifiesto como muchos influencers fingen ser patrocinados por marcas famosas, publicando fotos o videos, etiquetando y dando las gracias incluso por los productos recibidos (máxima face). Al hacerlo, estos falsos influencers esperan obtener colaboraciones reales de otras marcas.
Pero ¿Cómo es de grande el problema de los fake influencers?
A juzgar por un estudio publicado por la web Hyperauditor.com, diría que es bastante grande. (Puedes encontrar el informe completo en este enlace ). Para aquellos que no conocen, Hyperauditor es uno de los muchos sitios que te permite analizar cualquier cuenta de Instagram. Puedes examinar métricas simples como la cantidad de seguidores o la tasa de participación (cuántas personas interactúan con tu cuenta), y también métricas más complejas que son procesadas por el algoritmo del sitio llamado AQS (Puntuación de calidad de la audiencia).
Hypeauditor define una cuenta como auténtica si hay “un gran porcentaje de personas reales entre los seguidores, compromiso auténtico y sin anomalías en el gráfico de seguidores y seguidos”.
los Influencers más fraudulentos
Entre los 10 países examinados, parece ser que Italia es en realidad el país con la tasa más baja de influencers libres de fraude, con un 33%, aunque si nos fijamos, España no está muy lejos con un 38%. Esto quiere decir que en Italia más o menos 7 de cada 10 estaría cometiendo fraude, siendo de 6 de cada 10 en España. Osea, más de la mitad.

En contraposición Japón parece ser el país con la menor cantidad de influencers fraudulentos con un 50% (lo cual si os soy sincero tampoco me parece un chollo)
Nivel de calidad de la audiencia
Como lo explica la imagen: Alemania, Francia y Japón tienen el AQS o calidad de la audiencia promedio más alta, mientras que Brasil, Italia y EE. UU. utilizan con mayor frecuencia métodos no auténticos para crecer en Instagram.

Seguir dejar de seguir
Otro dato interesante se refiere al uso de una técnica particular para aumentar rápidamente los seguidores: el método de seguir y dejar de seguir. Podemos ver como hay instagramers que siguen cientos de cuentas durante unos días y luego dejan de seguirlas a todas con la esperanza de ganar algunos seguidores. Y es que sigue siendo una técnica que todavía funciona bastante bien, siendo sobre todo, muy popular en Rusia, Italia y Brasil. En Italia, nada menos que 1 de cada 5 influencers lo usa, solo superados por Rusia. El país donde menos se usa este método es en Japón.

Comentarios falsos
Otra técnica muy común utilizada para engañar al algoritmo de Instagram es el uso de comentarios falsos. La razón es sencilla: Instagram da más importancia a los comentarios que a los likes, y si ve que hay muchos comentarios premia más la foto o el vídeo con más visibilidad. Aquí India y Alemania estarían a la cabeza de comentarios fraudulentos con un 44,90% y un 42,08% respectivamente, seguidos de cerca por España, Estados Unidos o Brasil. Rusia sería el país que menos usa este tipo de comentarios.

Pods de comentarios
Aquí las cosas se vuelven un poco más complejas: hay comentarios claramente creados por bots (comentarios clásicos como “guau”, “increíble” o ciertos emoticonos aleatorios) y comentarios escritos por personas reales con cuentas reales que acceden a comentar las fotos de los demás. Esto se hace a través de Pods o grupos de interacción y existen grupos en Whatsapp o Telegram creados especialmente para este fin (pero la misma técnica también se usa para los likes).

Uso automático de Me gustas
Finalmente, el último gráfico muestra el porcentaje de cuentas que compran Me gusta. Hay personas que venden servicios de suscripción en los que todo lo que tiene que hacer es agregar su cuenta de Instagram, y cada vez que publiques algo, recibirás cientos de Me gusta solo minutos después de haber publicado. La cantidad de interacciones en el contenido recién publicado es una de las métricas que usa Instagram para premiar o castigar una cuenta, y muchos likes en poco tiempo es una buena señal para Instagram.

¿Es éticamente incorrecto usar estas técnicas?
El tema no es tanto si es o no es éticamente correcto, sino más bien el hecho de que Instagram pueda penalizarte por inclumplir sus políticas. Por supuesto que no toda la automatización es incorrecta. El problema viene más por cómo se usan estas herramientas, por un lado, y de la falta de conocimiento por parte de quienes contratan a los influencers y pagan sus viajes (o esas cosas) por otro. Es bastante fácil encontrar influencers fraudulentos con miles de seguidores falsos, el tema es saber distinguirlos.
Conclusiones
Creo que Instagram pretendía empujar a muchos instagramers a pagar publicidad para recuperar ese alcance perdido, pero lo que ha conseguido es que muchos acaben usando servicios no demasiado éticos pero más económicos y efectivos para tratar de mantener su «status» en la app, y que sus seguidores no piensen que de pronto todo casi todo el mundo pasa de ellos.
De hecho no paro de ver cuentas con datos de lo más sospechosos, crecimientos bruscos e injustificados, comentarios poco auténticos,… que al final son los que se llevan los regalos y remuneraciones mientras los que peleamos por crecer limpiamente nos comemos tres mojones ne escabeche ¿Relamente merece la pena? ¿Hay es necesario tramposear para crecer y vivir de instagram? ¿Estamos ante el principio del fin de esta app? ¿Qué opinas?